martes, 28 de abril de 2009

Siempre juntos

Un "te quiero" susurrado lentamente, mientras el viejo vinilo de la esquina, acumulando recuerdos y polvo, emite la melodía de Love Story; cada caricia acompañada de un lento y suave compás.


Él la mira y enfría el momento, como las películas y su música, música y amor, la observa distante y cariñosa a su vez, la melodía hace que él llore cuando ella se levanta y él susurra lentamente: quiéreme.


Ella se acerca lentamente a la puerta y se da la vuelta; el miedo y esa dulce melodía hace que llueva de sus ojos al mar, con el acantilado que se formará si sale de esa habitación, y él se queda con dos copas de vino y un corazón en el sofá, donde cada recuerdo es un cristal atravesando su alma; ella se gira y ve sus ojos azules, le mira, camina lentamente y le dice: quiéreme tú, y le abraza.


La melodía siempre acompaña tu vida como una banda sonora, tristes momentos donde el dolor enmarca una situación, la graba en tu alma, como clips de películas, amores que fraguan o sobreviven, amores largos o cortos, amores de verdad.

Y cuando el amor surge es cuando dices: te garantizo que si no te pido que seas mía me arrepentiré durante el resto de mi vida, porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecha para mí.


La melodía de la fragancia, se oye de fondo "Mi mitad" de NoWayOut y sientes vibrar tu corazón; cambias, necesitas algo duro y el pop te ataca con "Si tú no estás" de Rosana; a veces todo se alía para hacerte recordar y estar mal; pero de pronto suena "El regalo más grande" de Amaia y Tiziano; ella aparece por la puerta del balcón de vuestra vida y lleva en la mano un regalo: un papel ligeramente arrugado con un título en mayúsculas que dice "SIEMPRE JUNTOS". Tu canción ahora cambió y tu futuro también.



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